Sentiments

22,75 

La fórmula Iceberg consistía en un desarrollo melódico instrumental fundamentado en la magistral guitarra con toques mediterráneos de Max Sunyer y los teclados especulativos de Kliftus.

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Descripción

Normalmente, cuando un grupo tiene un disco de éxito y en su siguiente disco quiere imitar las características de dicho éxito, suele producirse un sonoro fracaso. Esto no ocurrió con Iceberg, que tras sus “Coses Nostres” (CFE, 1976), de 1976, realizó al año siguiente un excelente LP que continuaba recorriendo caminos ya abiertos en el anterior.

La fórmula Iceberg consistía en un desarrollo melódico instrumental fundamentado en la magistral guitarra con toques mediterráneos de Max Sunyer y los teclados especulativos de Kliftus. Ese entramado melódico descansaba sobre un contundente ritmo de rock servido por el bajo de Primi y la batería de Jordi Colomer. Los cuatro músicos aparecieron ese año clasificados entre los cinco primeros en su instrumento en la votación que la revista Popular 1 realizó entre lectores y críticos musicales. Esto da una idea del potencial de la banda.

Si el álbum anterior aportaba a la fusión el elemento distintivo del folclore levantino, en esta ocasión era la música arábigo-andaluza la que aportaba esa diferenciación con las producciones de otros grupos.